Acabo de recibir este e-mail de Lorena, la esposa de mi querido amigo Salvador del Carril, que hace ahora cerca de un año decidió llevarse su sabiduría, su ironía y su bendito humor socarrón a otro lugar menos miserable que éste. O mejor dicho, el cáncer lo decidió por él, que a pesar de todo no tenía ninguna gana de marcharse. No puedo resisitir la tentación de compartirla con todos vosotros, como testimonio de una pesona excepcional que tuvo la fortuna de compartir gran parte de su vida con otra persona excepcional, de quien tuve el privilegio, aunque desgraciadamente por pco tiempo, de contarme entre sus amigos.
Querido Pepe:
Recibí el libro de manos de Daniel. Mil gracias!
Empezando por la dedicatoria que me hizo lagrimear. Me lo trajo el dia del aniversario de Salvador y te imaginarás la emoción.
Luego lo comencé a leer y estoy ya en el ultimo capitulo. Quería terminarlo para poder escribirte pero no me aguanto.No podía ser de otra manera!!! Realmente me ha encantado! En el sentido mas absoluto que tiene el "encantar". Ha sido un meneo por la historia encantada que describes. Además, no conozco Salamanca pero ahora estoy inquieta por ir.
Y sentir esa sensación de pertenecer a la historia a través de los nuestros.
No soy quien para hacer una critica de tu libro. Es la opinión de una simple lectora.
Bueno, en fin. Otra vez, gracias.
Un abrazo
Lorena
domingo, 1 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario